Reseña del libro de la Junio 1913 edición de la Norma Socialista
“Pobreza”, de Robert Hunter. Londres: The Macmillan Co. 2s. red.
Esta es una reimpresión barata de una obra que apareció originalmente en 1904 en Estados Unidos. Está escrito por un miembro de ese cuerpo de reformadores conocido como el Partido Socialista de América. El autor define el objeto principal del volumen como una estimación del alcance de la pobreza en los Estados Unidos de América y una descripción de “algunos de sus males”.
Otro objeto del libro, se nos dice, es señalar ciertas acciones correctivas que la sociedad puede emprender sabiamente.
Para alguien que esté familiarizado con las investigaciones en este país del Sr. Charles Booth, el Sr. Seebohm Rowntree y el Dr. HH Mann, el método de este trabajo es ciertamente decepcionante. Como el propio autor admite: “Los pobres de los distritos rurales apenas han sido mencionados y la mujer trabajadora y la madre quedan casi totalmente fuera de consideración”.
Se puede obtener poca información, si es que hay alguna, más allá de la que ya se obtiene en los trabajos de Jacob A. Riis y la Sra. Van Vorst, etc.
La estimación que da el autor de este libro sobre la pobreza en América es suficiente para mostrar cuán poco útil es el trabajo para el estudiante serio. “No tengo la menor duda”, dice, “de que en los Estados Unidos hay diez millones precisamente en estas condiciones de pobreza, pero en gran parte estoy conjeturando, y puede haber hasta quince o veinte millones”.
La condición que el Sr. Hunter toma por su estándar de pobreza la define como la falta de las necesidades suficientes para mantener un estado de eficiencia física.
No se muestra el verdadero remedio para la pobreza de los trabajadores en medio del lujo de los ociosos, y las medidas preventivas preconizadas por nuestro autor son dignas del foso partidario celoso del presente sistema.
Leyes sanitarias y jornadas reducidas para mujeres y niños. Leyes para “hacer que la industria pague la capa necesaria y legítima de producir y mantener trabajadores eficientes”. Leyes de Compensación y Seguros y Leyes Anti-Inmigración. En resumen, todas aquellas medidas que están en funcionamiento en muchos países, donde fracasan estrepitosamente en mejorar las condiciones de los trabajadores. Nuestro autor se aleja de la posición verdadera, a saber, que como la pobreza de la clase obrera se debe al robo, el remedio es detener a los ladrones expulsándolos, primero del poder político y luego del poder económico.
Adolfo Kohn